viernes, 20 de noviembre de 2009

[Sevilla y Málaga] Crónicas de las manifestaciones antifascistas


Málaga
La manifestación antifascista concluyó frente a la catedral de Málaga, que ha reunido a unos 200 participantes. Toda la ruta se realizó sin incidentes, se recorrió plaza de la Merced, calle Granada, calle Larios, plaza de la Constitución, plaza de la Marina. Al llegar a la catedral los activistas se encontraron con la cruz custodiada por los antidisturbios. Los fascistas de Fuerza Nueva hicieron antes una ofrenda floral en ese mismo lugar, y "seguramente los represores no querían que se pisotearan las flores", según declara una antifascista a La Haine. La pancarta principal pone "Frente a la crisis capitalista unidad y organización antifascista", también se desplegaron otra sobre la represión en Málaga y otra sobre Carlos Palomino.


Sevilla
Unas 80 personas se concentraban al inicio de la manifestación frente al arco de la Macarena, con intención de ir callejeando hacia la plaza del Duque. Se ha desplegado una pancarta con el lema unitario: "Frente a la crisis capitalista, su arma: la represión y el fascismo; la nuestra: UNIDAD Y ORGANIZACIÓN". Se han cantado consignas antifascistas como "Ninguna agresión sin respuesta".
Mientras la manifestación callejeaba dirigiéndose hacia la plaza del Duque, final previsto, repartiendo panfletos y gritando consignas, 12 antidisturbios se plantaron a un metro cortando el paso. Cuando se intentó discutir con ellos dijeron que no se podía hacer la manifestación, pero la gente se podía quedar en el arco de la Macarena. Ante la pretensión represiva de ordenar lo que los activistas debían hacer, estos recogieron la pancarta e intentaron bajar a plaza Nueva (la del ayuntamiento) callejeando en varios grupos para despistar a la policía, cosa que inicialmente se logró. Al llegar a plaza Nueva se reunieron y arreciaron las consignas, pero en 5 minutos aparecieron 3 furgones y vehículos de policía municipal, que rodearon a la gente e identificaron a varios activistas de mala manera.
Ante la imposibilidad de continuar con el acto antifascista, la gente se dispersó. Un activista ha comentado a La Haine que "no se pudo leer el comunicado ni terminar la manifestación, la policía estuvo pisándonos los talones todo el tiempo, un acoso increíble".