25 DE NOVIEMBRE
MANIFESTACIÓN CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA
A LAS 19:30H EN PLAZA NUEVA
¡BASTA DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES!
LAS MEDIDAS DEL GOBIERNO NOS HACEN MÁS VULNERABLES
El aumento de la violencia contra las mujeres es una de las máximas expresiones del incremento de la conflictividad social y familiar que conlleva la profunda crisis económica que caracteriza la realidad actual. En este escenario, la situación de los sectores tales como inmigrantes, la juventud o las mujeres, empeora, acrecentando la opresión a la que se ven sometidos: xenofobia, racismo o violencia contra las mujeres. Las estadísticas de mujeres que han sido asesinadas fruto de la violencia machista en el estado español demuestran el empeoramiento a pasos agigantados de la situación de la mujer: a primeros de noviembre la cifra de mujeres asesinadas víctimas de la violencia de género ascendía a 60 (cinco más que en todo el año 2009).
Causas materiales de la violencia machista
El asesinato de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas es la expresión más grave de esta violencia de género pero no su única forma. La violencia de género forma parte además de una violencia más amplia y estructural que es la del propio sistema capitalista, que se combina y agrava con un sistema de relaciones basado en la opresión de un sexo sobre el otro. A esto hay que añadir que esta situación a la que las mujeres se ven sometidas, es algo asumido socialmente, siendo más que notable la falta de rechazo social de manera consecuente. En este sentido, el rol de la familia y el papel de la iglesia tienen un peso de primer orden en el comportamiento social, porque la violencia contra las mujeres es presentada no como un problema social, sino como un problema de ámbito familiar, donde nadie más debe inmiscuirse. Pero, muy al contrario, la violencia contra las mujeres es un problema social que se apoya sobre una base material: la desigualdad social de la mujer. Si en época de “vacas gordas” nuestra vida laboral transcurría entre el paro y los puestos de trabajo más precarios, con menores salarios (¡hasta un 30% menos que los hombres!), con contratos a tiempo parcial (con 4 de cada 5 puestos ocupados por una mujer) provocando la atadura de las mujeres a la familia, y como consecuencia la dependencia económica y vulnerabilidad frente a los malos tratos, estas mismas razones hacen que ahora en tiempos de crisis las probabilidades de sufrir una agresión machista aumenten.
No a los planes de ajuste que afectan de lleno a las mujeres trabajadoras
Este gobierno que durante tanto tiempo se ha llenado la boca alardeando de “progresista” y “feminista”, muestra su verdadera cara. Desde la llegada de Zapatero al gobierno, se han aprobado una serie de leyes aparentemente encaminadas a eliminar la violencia de género, pero que son acompañadas de otras leyes que profundizan la precarización del empleo, la reducción de las pensiones, el aumento de la dependencia familiar… lo que pone en aumento la desprotección de la mujer frente a los malos tratos. A esto hay que añadir que el Gobierno Zapatero sigue conservando intacto un aparato judicial heredado del franquismo, lleno de jueces machistas y continúa manteniendo acuerdos con la iglesia católica, que es la que controla en gran medida la educación, servicios asistenciales, centros de la tercera edad… y encabeza la cruzada en defensa de la familia.
¡Ya estamos cansadas de propaganda electoral y mentiras que acaban exponiendo a las mujeres a situaciones de riesgo cuando denuncian a sus parejas! Mientras con la excusa de la crisis recortan derechos sociales y laborales, a los bancos y a los grandes empresarios no se les toca un pelo. No hay crisis para los gastos militares, la casa real o la iglesia católica, sin embargo para guarderías, sanidad, atención a personas mayores... no hay dinero, y mucho menos hay presupuestos para disponer medios suficientes que eviten que las mujeres sean víctimas de la violencia machista.
El gobierno de Zapatero aprobó en 2004 la Ley de Prevención Integral contra la violencia de Género supuestamente para mejorar la situación de las mujeres y en “pro” de la igualdad, presentando en su articulado una serie de recursos y servicios de prevención, detección, atención y seguimiento a las víctimas de la violencia doméstica. Sin embargo, en estos años se ha demostrado la inoperancia de dichas medidas legales: insuficiencia de recursos económicos y humanos para poner en marcha esta ley, ausencia de políticas públicas comprometidas con la erradicación de esta lacra social. Diariamente las mujeres nos topamos con: el colapso de numerosos juzgados de violencia de género, las dificultades para acceder a una casa de acogida, la casi total ausencia de medidas de incorporación socio-laboral que permitan a las víctimas de la violencia de género rehacer su vida…
Por todo esto, se hace aún más necesaria para nosotras la continuidad de la lucha contra los planes de ajuste del gobierno que afectan de lleno a las mujeres trabajadoras, y, pese a que sabemos de sobra que las leyes no acabarán con la opresión y explotación de la mujer trabajadora, vemos la necesidad de exigir medidas inmediatas, porque no se puede permitir que ninguna mujer más muera o sea agredida por su pareja.
Por eso pensamos que como propuestas urgentes sería necesario:
1. Recursos y medios suficientes para las mujeres agredidas: casas de acogidas de gestión pública sin requisitos de entrada, que funcionen las 24 horas, sin discriminación por papeles, por opción sexual o por enfermedad. Garantizar el acceso a una vivienda a toda mujer maltratada que lo solicite. Fuera jueces franquistas del aparato judicial.
2. Garantía por parte del estado de un empleo para las mujeres maltratadas y un subsidio de desempleo mientras se les proporciona. Ninguna subvención a los empresarios para que les salga más barato contratar a mujeres maltratadas.
3. Por la creación de redes de solidaridad entre vecinas y vecinos para parar la agresión, que intervengan rápidamente y exijan la aplicación de medidas que la ley prevé y el gobierno no cumple. Ni una sola mujer debe quedar sola con su agresor. Autodefensa ante la agresión machista
4. Espacios gratuitos en los medios de comunicación para la difusión de una cultura contra la violencia de género a cargo de las asociaciones de mujeres que luchan por la verdadera igualdad. Educación sexual y de género en la enseñanza obligatoria. Combate de los estereotipos de las mujeres, promovidos por los medios de comunicación y la iglesia católica: fuera la religión de las aulas.
5. No a la precariedad laboral que aumenta la vulnerabilidad de las mujeres ante los malos tratos machistas. No a la reforma laboral, ni al pensionazo, ni al recorte del gasto público. Guarderías públicas. No a la ley de dependencia que nos responsabiliza del cuidado de niños, ancianos y enfermos sin implicar a los hombres y a las instituciones.
¡ACABEMOS CON LA VIOLENCIA MACHISTA!
¡DECIMOS NO A LAS INSUFICIENTES MEDIDAS DEL GOBERNO ZP!
¡LUCHEMOS CONTRA EL SISTEMA CAPITALISTA Y PATRIARCAL!
25 DE NOVIEMBRE
MANIFESTACIÓN CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA
A LAS 19:30H EN PLAZA NUEVA
